La verdad es que esta es una receta compartida con mis queridos amigos, los tortillistas de twitter. Hay que ver qué cosas más ricas hacen. Ver las cosas que comen los demás, sobre todo si hacen fotos tan bonitas, es una gozada. Así que, Catalina, Silvia, Joan Carles, Elena y otros muchos que me dejo: ¡seguid así!
Ahora que lo estoy pensando mis dos últimas recetas son para crockpot. Esto es una indirecta en toda regla, me falta poneros los enlaces de amazon (no, tranquilos). Pero es que te ahorras la fritanga y el olor que eso conlleva.
Y se gasta menos aceite, y aunque penséis que se tarda más tiempo no es así, se tarda menos. ¿A que no podéis dejar una sartén al fuego sola? Pero la crockpot sí. Punto para ella. Y se mancha menos, cosa que para mí no es muy relevante, pero ahí lo dejo.
Eso sí, aún no tengo nada que cuaje la tortilla sola, así que si esa es la parte que no os gusta he de decir que se hace de la manera tradicional, no podía ser todo.
Y encima están de temporada, ¿qué más queréis?
NECESITAMOS
Un boniato
Media cebolla
Aceite de oliva
3 ó 4 huevos
Sal
CÓMO SE HACE
Lavamos y, si queremos, pelamos el boniato y lo cortamos en rodajas finas. Finas como para tortilla de patata. Cortamos la cebolla en cuadraditos pequeños (o como para la tortilla de patata). Si no os gusta la cebolla no se la pongáis y no hagáis un drama, que no pasa nada.
Ponemos el boniato y la cebolla en la crockpot, salamos y echamos un poco de aceite de oliva. ¿Cuánto? Que no quede muy aceitoso, dos o tres cucharadas soperas estaría muy bien.
Programamos la crockpot en alto durante 3 horas poniendo 3 ó 4 hojas de papel absorbente entre medias (para que no parezca una piscina al terminar).
Si lo vamos a hacer en sartén necesitaremos más aceite, se fríe el boniato con la cebolla a fuego medio bajo hasta que esté todo blandito. Suele tardar menos que la de patata, pero 45 minutos no te los quita nadie.
Pasado el tiempo batimos un poco los huevos en un bol, echamos el boniato y la cebolla bien escurridos y mezclamos. Rectificamos de sal si fuese necesario.
Echamos la mezcla en una sartén previamente aceitada y cuajamos por ambos lados a nuestro gusto.
Sacamos a un plato y ¡a comer!
Que a mí, por ejemplo, no me gustan nada las tortillas frías 🙂
Anaïs
1 comment
Ay madre!!! la crockpot! Que no, que no cabe, olvidado. Me quedo con tu tortilla, riquísima y dulcecita.