El otro día vinieron unos amigos a casa a merendar y dijeron que olía a chocolate desde el portal.
Hice esto y un bizcocho que publicaré a su debido tiempo :). Pero luego resulta que eran más de salado y tuve que improvisar unas tostas en un momento. ¡Sin problema!
La verdad es que los vecinos deben de alucinar cada vez que pasen por el rellano. Menos mal que hago días temáticos y huele todo parecido, si no habría sido ya punto del día en alguna junta.
Menos mal que vivo de alquiler y me ahorro las juntas de vecinos.
Bueno, que me enrollo. El caso es que se me ocurrió hacer las tartaletas porque me parecían fantásticas para que luego se llevasen unas pocas a casa. Y porque así nadie te pide “la mitad de la mitad” de eso. Ya son pequeñas.
La masa quebrada la he hecho yo, pero también las venden hechas sin gluten… Pero no se tarda nada, no me seáis vagos.
Ni la masa quebrada ni la masa de chocolate llevan azúcar. Bueno, el chocolate lleva, pero digo que yo no le he puesto más. Si sois más golosos vais adaptando la cantidad de azúcar a vuestro gusto, peeeero yo recomiendo ir educando el paladar para acostumbrarnos al sabor amargo del chocolate :).
NECESITAMOS (para 12 tartaletas)
Los moldes para las tartaletas (importante :P)
Para la masa
150 gramos de harina sin gluten, de los cuales:
100 gramos de harina de arroz
50 gramos de almidón de maíz
75 gramos de mantequilla
Un huevo
Para el relleno
200 gramos de chocolate al 85%
200 gramos de nata
1 huevo
50 gramos de avellanas picadas
CÓMO SE HACE
Primero mezclamos las harinas sin gluten con la mantequilla cortada en cubos. Cuando ya estemos hartos de mezclar porque de aquello no sale nada bueno añadimos el huevo. Paramos de amasar cuando ya sea una masa homogénea. Cubrimos con papel film y dejamos reposar media hora en la nevera.
Pasado el tiempo encendemos el horno a 180ºC.
Dividimos la masa en 12 pelotas y las estiramos con la ayuda de un rodillo enharinando bien la superficie.
Las ponemos en los moldes de las tartaletas, pinchamos el borde y horneamos hasta que estén doradas.
Mientras tanto preparamos el relleno, que no es más que una ganaché de chocolate con huevo y avellanas, así que:
Calentamos la nata en un cazo y echamos el chocolate. Derretimos bien.
Sacamos las tartaletas del horno y continuamos con el relleno.
Volvemos a poner el chocolate con la nata al fuego y echamos el huevo batido, también las avellanas picadas.
Vertemos el relleno en las tartaletas y volvemos a hornear durante 10 minutos aproximadamente, que ya habrá cuajado el chocolate :).
Dejamos enfriar y ¡a comer!
Anaïs
1 comment
Menuda pintaza tienen!! seguro que estaban deliciosas. Besos