Cuando haces la receta del asaltablogs dos semanas antes de la fecha el reto pierde la gracia.
Pero la vuelve a recuperar cuando te despiertas el domingo a las 9 de la mañana y te acuerdas mientras desayunas de que no has escrito la entrada ni sabes dónde dejaste las fotos.
Es como otro rollo. Empiezas el día a veinte uñas.
Este mes, el último con sorteo, le ha tocado la gran suerte de ser asaltada a Aranzazu, del blog “El baúl de las Delicias“. Me costó muchísimo decidirme, porque tienen tantas que al final acabo como siempre, con 20 pestañas abiertas y el ordenador “not responding”.
Total que al final me decidí por rellenar unos tomates. Porque además de con la berenjena, tengo una obsesión un poco rara con eso de rellenar cosas, que si calabacines, pimientos, berenjenas…
Eso sí, este plato no es tupperizable, no me imagino cómo sabrán los tomates recalentados en el microondas, así que mejor en el momento. Para que luego no digáis que me lo llevo todo al trabajo. También tengo vida social. Y familia 🙂
Podéis ver la receta de Aranzazu aquí, pero como sé que hay mucho vaguete por aquí os resumo las diferencias:
No he horneado los tomates (que hace mucho calor), he usado queso con cominos para darle un sabor diferente y tampoco he usado nata.
NECESITAMOS (Para 4)
8 tomates grandes
Un kilo de carne picada
Una cebolla
100 gramos de queso (gouda con cominos)
Orégano
CÓMO SE HACE
Primero vaciamos los tomates. He usado tomates “corazón de buey” porque son muy grandes y se vacían muy bien. Y los míos particularmente sabían mucho a tomate. Cosa difícil por lo general.
Guardamos la pulpa y las semillas pues las vamos a cocinar con la carne.
Picamos la cebolla bien fina y sofreímos a fuego medio en la olla exprés.
Salpimentamos la carne y la añadimos a la olla. Le damos un par de vueltas, ponemos el orégano.
Echamos la pulpa y las semillas del tomate, subimos el fuego un par de minutos y cerramos la olla.
Contamos 15 minutos desde que suba la presión y apagamos el fuego, dejamos que la válvula baje por sí misma, que no hay prisa.
Abrimos la olla y vemos que la carne está muy tierna. Esa era la idea. Si hay mucho líquido, cosa muy probable por todo el que suelta el tomate tenemos dos opciones.
Quitarlo o encender el fuego y ponerlo alto para que evapore.
Sea cual sea vuestra opción, una vez que la carne ya no tenga exceso de líquido añadimos el queso y movemos para ayudar a que se funda.
Cogemos una cuchara y rellenamos los tomates. Y si queremos le ponemos más queso por encima.
Yo se lo puse. Lo reconozco.
Si queréis poner el horno para gratinar el queso también podéis, basta con tenerlo precalentado a 180ºC y meter en una fuente, con unos 20 minutos sería suficiente, pero depende del punto que queráis darle al tomate, si más firme o más blando.
¡Y a comer! Porque son una delicia, valga la redundancia 😛
¡Ha sido un placer asaltarte, Aránzazu!
Anaïs
2 comments
Buenos días!
Estos tomates arrugaditos me tienen la mar de loca, están buenisimos! Ahora que con ese relleno que te has marcado seguro no quedaron ni los tallos. Me encantan, buen asalto.
Besoss
Anaïs, hola!
buena receta te has afanado, los tomates “cor de bou” (que es exactamente lo mismo), como los llaman aquí son fantásticos para rellenar, pelín caros pero un día es un día y con el relleno de óle. No los he probado con carne, siempre con bonito y cebollita. Habrá que animarse con la carne. Buen asalto y buen homenaje que te has dado!
Petonets!
Marisa